martes, 29 de abril de 2014

Un lugar en la sociedad

Mi hijo tiene 18 y está cursando 1º de bachiller. Llevamos un tiempo pensando en qué podía hacer luego.  Es una decisión importante, algo que definirá años de su vida.

Llevo bastante tiempo pensando en esto, recordando lo que hicieron mis padres cuando yo tenía que tomar esa misma decisión.
No me dejaron tomarla. Eso me hizo daño y también me dolió que ni siquiera lo admitieran, decían siempre y a todos que yo había sido la que había decidido. Mentiras, manipulaciones, la rutina de costumbre. Me habían tenido totalmente protegida en una burbuja por mi seguridad y no conocía casi nada de la vida cuando llegó el momento de decidir No tenía las herramientas necesarias ni la madurez para afrontar lo que venía.

"Tienes que estudiar para llegar a ser alguien"

¿Y mientras que soy, una seta? ¿Una criatura medio hecha, inacabada? ¿Quasimodo?
Pero yo lo estaba entendiendo literalmente cuando ellos se referían a ser "alguien" en la sociedad, a un título, una carrera, un estatus, un puesto elevado en una gran empresa, un doctorado... Eso ni me lo planteaba porque son cosas que no tienen importancia para mí, son cosas irrelevantes que hasta pueden ser perjudiciales en el crecimiento interior de una persona.

"Tienes que tener una carrera, eso es muy importante para salir adelante en la vida"

"¿Qué va a ser de ti si no estudias?"

"Si no estudias acabarás limpiando baños"


Tenía muy buenas notas en el instituto y me gustaba aprender así que no era necesario tanto adoctrinamiento. Estaba dispuesta a ir a la universidad.
Hasta años más tarde no supe lo errados que estaban. Llegó la crisis y había ingenieros y arquitectos llevando taxis. Sus afirmaciones habían resultado equivocadas pero nunca lo admitieron. Esa era la forma en que veían el mundo y ya está.

"Tienes que estudiar una carrera con futuro"

"Tienes que estudiar algo que dé dinero, que sirva"

Supongo que estas frases completaban  las anteriores, para convencerse de que si eso que tomaban por la verdad no se cumplía, no era porque los estudios no fueran la clave, sino porque esas personas no habían estudiado lo correcto.
Así que todas las carreras que yo elegía y que en opinión de mis padres no tenían el futuro requerido eran descartadas y de mala manera. Les molestaba que siquiera las tomara en cuenta.

"Tú eres muy inteligente así que tienes que estudiar algo gordo"

"Con tu capacidad tienes que estudiar algo de 5 años por lo menos"

"Con tu inteligencia tienes que sacarte el doctorado en lo que elijas"

Y así las carreras cortas fueron descartadas.

"No puedes irte a estudiar fuera"

"¿Cómo vas a vivir en otra provincia?"

"Tienes que estudiar algo que se imparta aquí".

No era de extrañar ya que no me dejaban salir de noche o con gente que no conocieran o ir a fiestas, o tener novio. Lo que no era demasiado problema para mí por ser aspie, pero así era como no estaba preparada para el mundo.
A esas alturas comprendí que mi capacidad de elección de carrera se acercaba al cero así que hice una sola solicitud. Les pedí una carera en la que pudiera trabajar en algo en lo que no tuviera que tener tratos con la gente. Un trabajo que pudiera hacer yo sola, sin gente a mi alrededor.
Y quedamos en que fuera algo de informática. El ordenador y yo, me parecía estupendo.

"No sirve cualquier cosa, tenemos que mirar bien la carrera"

"No vas a ser técnico que eso lo hace cualquiera, tú, la licenciatura. Así después te puedes sacar el doctorado."

"Papá y yo ya fuimos a ver y encontramos la universidad a la que vas a ir"

Y así fue como acabé estudiando Licenciatura en Informática en el Centro de Altos Estudios en Ciencias Exactas. Una muy buena universidad privada.
No fue hasta el tercer año en que me dí cuenta de que cuando fuera "licenciada" no iba a trabajar con los ordenadores (eso lo haría el técnico, suertudo) sino que mi trabajo sería ir a las empresas a ver qué equipos y programas necesitaban y vendérselos. En mi futuro había trajes, zapatos de tacón, maquillaje, y reuniones de empresa. Prefería la muerte, literalmente.

"La carrera te permite trabajar en algo bueno que te va a dar dinero para hacer lo que quieras"

"Podrás ascender y ser la jefa y hacer lo que quieras"

Pero me pasaría 40 horas a la semana haciendo algo odioso, y al ascender tendrían que ser más horas, y ser jefa implicaba contacto humano no deseado. No encontraba el beneficio por ningún lado. No tiene sentido estudiar lo incorrecto para trabajar tantísimos años en algo odioso, por qué, ¿por dinero?, ¿porque te llamen "doctora"? ¿por el estatus? Pamplinas y burradas. Una persona adulta pasa la mayor parte de su vida en el trabajo así que es ahí donde tiene que disfrutar, no las pocas horas que pasa fuera, es de sentido común.
En conclusión:
No podía abandonar, no podía seguir, así que entré en crisis. La madre de todas las crisis.
Un año de terapia y me permitieron cambiar de carrera. El problema era que seguía siendo demasiado inteligente para ser un simple técnico. Tenía que embarcarme en otra carrera de ciencias de 5 años.
Y esa la elegí yo, claro... justo igual que la anterior.

Huelga decir que no pasé del primer año, todo fue un terrible desastre.

Y ahora tengo 44 años y es el turno de mi hijo. Y ya hay una crisis, paro... al menos aprendí lo suficiente de la vida para no venderle la moto de que tiene que estudiar y tener una carrera.
No creo en sacrificar el presente por un futuro incierto.
Yo he tenido trabajos en los que lo he pasado mejor y otros en los que lo he pasado peor, soy realista en ese aspecto, pero hay un dato clave: no estudié 5 años para hacer esos trabajos, y siempre supe que serían por poco tiempo, cumpliría el contrato y después a ver. He hecho muchas cosas y he aprendido algo de todas ellas, eso es mucho mejor que haber hecho sólo una durante muchos años porque eso te endurece, te impide crecer por dentro y tu mente sólo sigue determinados surcos de pensamiento en lugar de ser flexible y adaptable. Llegas a creer que tu entorno es lo único que existe, es la "sociedad", la "gente, la "realidad" y quedas ciego y sordo a todo el resto de cosas que existen porque no sales de tu área de confort.

Con mi hijo coincidimos en que el bachiller es importante pero a partir de allí se verá. Aún barajamos alternativas. Lo que intento es que vea distintos trabajos, distintas formas de vida para que sea él quien elija y que tenga los medios para hacerlo. Y si se equivoca, que puede pasar, pues se cambia y tan tranquilos. Por lo pronto no quiere ir a la universidad, está cansado de estudiar, pues bueno, bien. Mis padres no podían aceptar que yo no tuviera un título porque en cierta forma vivían a través mío, porque en cierta forma yo era una propiedad y cuanto más titulada, más valiosa.
Pero mi hijo no es mi propiedad, ni una extensión de mí, ni su estatus subirá el mío ni ninguna de esas chorradas NTs. Es una persona con pleno derecho sobre su propia vida y todo lo que puedo hacer por él es caminar a su lado, respetarlo como el adulto que es y aconsejarlo (No manipularlo).





domingo, 13 de abril de 2014

Miedo, frustración, sufrimiento

Los aspies crecemos con padres a los que no les molestan los ruidos que a nosotros nos vuelven locos, no les duelen los ojos con las luces, no se les revuelve el estómago con los olores.
Su piel soporta mucho más que la nuestra, sus cuerpos se coordinan mejor, son más rápidos para hacer las cosas, creen que ir a un centro comercial repleto es entretenido y que ir a un parque lleno de niños nos va gustar y nos lo vamos a pasar estupendamente.

Y esta es la gente que ha de velar por nuestro bienestar y hacernos sentir a salvo. Pero ¿Cómo? Pierden la paciencia y no le dan importancia a nuestras necesidades si no coinciden con las suyas o con las que creen que debemos tener. No nos ven, no nos escuchan. Tienen una imagen de lo que debe ser su hijo y nos intentan hacer encajar como sea. Nos diagnostican y pasamos a ser defectuosos, otra imagen es generada con las etiquetas que nos ponen los especialistas y los médicos. Y da igual gritar y desgañitarse porque somos invisibles, sólo esas imágenes existen para ellos... ¿Por qué creen que un tercero por más títulos que tenga va a saber más de lo que necesitamos que nosotros? ¿Por qué no podéis preguntarnos y escucharnos para conocer nuestras necesidades?

Crecemos con miedo, un miedo profundo, hondo e infinito porque no sabemos que cosa crucial para nosotros se os va a olvidar porque no le dais importancia, no sabemos que peregrina idea de educación se os va a ocurrir, porque no sabemos a cuantas torturas psicológicas nos van a someter en aras de la "adaptación".

¿Por qué no podéis superar esas imágenes que creáis y os tomáis el trabajo de conocernos? A nosotros, como personas.

La sociedad ya nos hace bastante daño, pero esa es su esencia, ¿no? La gente siempre se está haciendo daño. Hay competencia, codicia, avaricia, envidia... guerra. Esa es la "maravillosa" sociedad. ¿Eso es a lo que nos tenemos que adaptar?

¿Por qué? ¿A qué precio?

Nacemos en soledad y crecemos en frustración, sintiéndonos absolutamente impotentes frente a todos los adultos que nos dañan sin querer y a todos los niños que nos dañan porque es divertido. Sólo la edad adulta trae un poco de paz, o no, depende de la familia que nos ha tocado, depende del daño emocional con el que llegamos a esa edad.

Por eso la sociedad para quien la quiera, yo no. Creo que está profundamente enferma y que lo que tenemos que hacer no es adaptarnos sino ser, SER profundamente nosotros mismos y así, con suerte, será la sociedad la que aprenda a adaptarse a la gente honesta, directa y tranquila como nosotros.
Porque, seamos sinceros, ¿a dónde va esta sociedad encaminada ahora mismo?






lunes, 17 de marzo de 2014

El mapa de la religión.

Hoy pasé junto a una iglesia y pensé en qué gran incógnita es la religión. Tantos cultos, tantos dioses, tantas "Verdades", ¿Cómo se explica?
Yo lo hago con un cuento:

Hace mucho, mucho tiempo, una persona alcanzaba una Gran Verdad y estaba tan feliz que quiso compartir su saber con sus conciudadano,s así que les dibujó un mapa para que otros pudieran llegar a donde él había llegado. Los hombres vieron la sabiduría de esta persona y lo veneraron y veneraron el mapa. Los santificaron y se formaron grupos de seguidores. Se hicieron copias y se llevaron por las tierras vecinas y los portadores del mapa fueron venerados también y ellos escribieron anotaciones en el mapa.
Y pasó el tiempo y los seguidores del mapa escrito con tinta negra se enfrentaron a los seguidores del mapa escrito con tinta azul. Y se hicieron más copias con algunos arreglillos para que encajaran con la visión del camino que tenían los portadores, y se hicieron más anotaciones al margen. Y hubo guerras porque el lugar en el que se escribió el mapa original era sagrado, y después se quemó a los infieles. Porque otros, muy pocos, encontraron el camino por sí solos y escribieron otros mapas, que en su origen eran todos iguales, sólo variaban en el idioma pues cada uno estaba escrito en un lenguaje distinto. Y cada mapa sufrió el mismo destino: santidad, anotaciones, arreglillos...
Grandes templos se erigían por todo el planeta, grandes copias de los mapas eran veneradas por millones, sólo que la gente los veía como dibujos, se habían olvidado que era un mapa.
Muy tristes se quedaron los que los escribieron originalmente al descubrir que entre todo lo que hicieron en su nombre, a nadie se le ocurrió echarle huevos y seguir el mapa.


Llega la primavera, hora de empezar a plantar

Llega la primavera, los días son más largos, el sol se deja ver más y la Naturaleza despierta lentamente.
Yo ya estoy empezando a sembrar. En mi piso sólo llega el sol 6 meses al año así que los aprovecho al máximo.

Si no habéis probado nunca cultivar vuestras verduras este es un buen momento para comenzar. Puede ser una tarea familiar, algo que hacer con los niños para enseñarles de donde sale lo que comen.

Me encanta el momento en que la plantita surge de la tierra, tan frágil y tan esperanzada, llena de fuerza e ímpetu. Parece mentira que de ese pequeño brote surja una tomatera. Y un día da flores y otro pequeños tomatitos. Y esperamos y miramos como maduran al sol hasta que están listos para recoger.

Lo primero es conseguir un lunario, yo tengo el de Michel Gros que fue el que más me gustó. Las semillas de una droguería de esas de las de antes, y ecológicas, ojo.
Un poco de compost y unas macetas. Y para regar es mejor dejar el agua del grifo un día en una botella abierta antes de usarla.

Que no tienes ni idea, pues yo no la tenía tampoco cuando empecé, que mis verduras eran pequeñas e imperfectas, pero con un sobresaliente en sabor.

Ayer planté unos guisantes y pimientos. Mañana toca zanahorias, cebollas y ajos.

Y sí que salen en macetas, aunque muchos se sorprendan, según el espacio disponible se eligen plantas más o menos grandes. Y tampoco hay que olvidar la menta, el perejil, el tomillo...

Vuelve a la tierra, aunque sea en pequeñas macetas, come productos frescos cultivados lo más cerca posible y de estación.
Que se pueda conseguir algo no significa que sea bueno o sano.
Podemos tener lechuga en invierno y es difícil de digerir porque está cultivada en invernadero con demasiado riego y nitrógeno para la luz artificial que recibe y queda un pelín tóxica.
Podemos tener tomates en invierno y no tienen sabor.
Podemos tener frutas tropicales que vienen del otro lado del mundo. Eso significa que se recogen cuando están muy verdes y se almacenan y van madurando en oscuros contenedores. De esta forma pierden todo el sabor y las vitaminas que se consigue cuando la fruta madura naturalmente en el árbol.
Y todo esto sin hablar de transgénicos, insecticidas, herbicidas y demás toxinas que acabamos consumiendo y acumulando en el organismo.

En esta época tan mecanizada y consumista casi nos olvidamos que somos parte de un planeta que vive y respira, que tiene unos ciclos y unos tiempos. ¿No es más sano vivir según esos ciclos en lugar de empeñarnos en que el sea el planeta el que se doblegue a nuestros caprichos consumistas?
Somos parte integrante de este planeta que baila a través del espacio, así que olvidemos nuestros caprichos y bailemos con él.



Aire, agua, comida.

¿Qué es lo que más necesitamos para vivir, lo imprescindible?
No es la tele, ni el coche, ni lo último en tecnología. Lo primero que necesitamos es aire, agua y comida.
Estas tres cosas son imprescindibles para seguir con vida y para tener salud. Por lo tanto deberán ser las primeras en ser cuidadas. En estos tiempos de prisas muchas veces no cuidamos de estas 3 cosas en favor de otras que aunque parezcan importantes o urgentes en el momento si las analizamos un momento vemos que no es así. Nos ofrecen productos hechos, rápidos, casi mágicos para que podamos cocinar en unos pocos minutos. Pero no nos dicen cuál es el precio que pagamos por ello. No nos dicen que los tomates tienen genes de pescado, por ejemplo.
Tal vez sea hora de tomarnos un momento y analizar qué es lo que metemos en nuestro cuerpo sin tener en cuenta lo que dicen los anuncios, porque tened esto muy claro, las compañías alimenticias sólo quieren vender más y tener muchos beneficios, no cuidarnos a nosotros. Ese es nuestro trabajo.

Y el trabajo empieza aquí:

El aire.
Lo que metemos en los pulmones es primordial. En lo posible evitar la contaminación, los espacios cerrados y sobre todo los cigarrillos.
Ventilando temprano por la mañana cogemos un aire menos contaminado y más lleno del oxígeno de los árboles (menos en primavera, por el polen).
Muchos ambientadores emiten sustancias tóxicas. Es mejor usar barillas de incienso hechas con productos naturales.
Es sano tener plantas en la casa para que limpien el aire y el ambiente. Hay diferentes especies de interior con distintas necesidades y capacidades de limpieza.
Es bueno ir al parque y estar lo más cerca posible de la naturaleza.

El agua.

¿Qué es lo que bebemos?
Las bebidas energéticas son malas para la salud, pura química que fuerza al organismo.
La Coca-Cola fue una bebida medicinal y yo la tomo sólo en ese sentido. Cuando estoy baja de azúcar y de energía. Una lata cada varios meses.
El café es estimulante así que apenas lo uso, el té también lo es pero en menor medida.
Hay que ser consciente de lo poco saludables que son la mayoría de bebidas comparadas con el agua.

El agua del grifo no es demasiado buena. Mi segunda opción fue el agua embotellada, que no es ecológica y que pasa demasiado tiempo embotellada y viene de lejos. La mejor opción que encontré sin recurrir a manantiales de agua pura es la jarra purificadora. Una jarra con un filtro que se cambia cada mes más o menos. Es muy sano y cómodo.
Es importante beber al menos litro y medio de agua al día. También cuentan las infusiones. Creo que el tema de las infusiones es muy importante. Hay muchas mezclas en venta, para dormir, digestivas, relajantes, etc.
Diferentes marcas tienen diferentes mezclas y algunas son más útiles para una u otra persona. También se pueden comprar las hierbas en herboristerías, eligiendo siempre las ecológicas. De esta forma uno se puede crear sus propias mezclas y disfrutar del antiguo arte de preparar un buen té.
Mi mezcla para la noche es 2 cucharillas de tila (relaja los nervios), 1 de manzanilla (digestiva) y 2 de pasiflora (relajante muscular). Esto en una tetera para dos. Así, mi hijo y yo nos relajamos antes de dormir y compartimos un momento juntos.

La comida.

Compro sobre todo productos ecológicos y del Comercio Justo.
He descubierto el placer de comprar en el mercado en lugar de ir a los supermercados. Sé que su horario es corto, hay que hacer más cola y lleva más tiempo. Pero la comida es indudablemente mejor y la experiencia es muy diferente. Nosotros fuimos a tres mercados en Coruña hasta encontrar el que más nos gusta, Plaza de Lugo. Tratamos de ir en un horario que no sea muy concurrido y disfrutamos mucho de la experiencia, de conversar y aprender de los puesteros que conocen sus productos, su procedencia y dan consejos de cocina y conservación.
Tenemos un par de panaderías para ir que son productores, no que calientan pan congelado como en el súper. Ese pan no vale nada. El pan es un alimento completo e importante y por tanto merece la pena buscar el mejor. Me gusta ver la trastienda de las panaderías, ver las máquinas y a los panaderos amasando. Entonces sé que lo que compro es fresco y bueno.
El azúcar. El blanco no vale de nada, sólo endulza. Yo prefiero el ecológico que aún conserva algunas vitaminas y el mejor es la Panela que no endulza tanto pero es más nutritiva.
Comprar así es un poco más caro, sí, pero hemos descubierto que al final sale rentable porque no necesitamos comer tanta cantidad de comida, ni necesitamos suplementos vitamínicos a la vez que enfermamos menos.

La comidas maravillosas que he descubierto estos meses:
Un queso tradicional casero que es gloria bendita.
Una miel de abejas salvajes que está de muerte. La miel es un alimento muy importante y la de comercialización no vale nada por lo que le hacen a las abejas.
El pan. En frente a la Plaza de Lugo hay una panadería en una esquina que tiene unos panes maravillosos. Pan de nueces, pan alemán, pan de molde que cortan en el momento y no tiene conservantes y pan de espelta. La espelta es cosa seria, y vale la pena. Las texturas. los sabores, las vitaminas que tienen estos panes son maravillosas.
La levadura fresca de panadería junto con la harina de panadería hacen muy buena pizza. Amasar es un placer para el fin de semana, con tiempo y con la colaboración de los niños se puede pasar muy bien.
Encontramos las mejores galletas en el Comercio Justo: de chocolate con anacardos y de cacao y azúcar de caña. No sólo son ricas sino que son muy digestivas.

domingo, 16 de marzo de 2014

Funcionamiento del blog:

Este blog está hecho para ayudar a los aspies y sus familias y amigos.

¿Y quién soy yo?
Pues, tengo 44 años, soy aspie y no me diagnosticaron hasta hace unos años. Por lo cual tuve que crecer sin ningún tipo de ayuda especializada y eso me ha hecho padecer depresiones, TOC, ataques de ansiedad, ataques de pánico... por eso quiero ayudar a otros aspies, para que no tengan que pasar lo que yo.
Soy madre soltera de un hijo aspie, así que viví lo que es criar a un niño aspie, con la diferencia de que yo estoy muy feliz de que él saliera así. Tenemos una relación muy buena que no podría ser si él fuera NT (NeuroTípico).

Cosas de casa... aquí pongo lo que nosotros hacemos en casa para convertirla en un hogar, en un refugio seguro del mundo exterior.

Diario de una niña aspie.... Es lo que sería mi diario de la infancia de haberlo escrito. Está basado en hechos reales tal como los recuerdo con el impacto emocional que me produjeron. Los aspies no solemos expresar nuestras emociones y a veces ni siquiera sabemos qué sentimos. Los demás parecen creer que no sentimos y que no nos enteramos de nada, con esto espero que vean lo intensamente que sentimos aunque no sepamos expresarnos mejor.

Entre aspies(Asperger).... Estas entradas son conversaciones de aspie a aspie. Podéis leerla quien quiera pero son para que las entendamos nosotros, con nuestras maneras.

Libros.... creo que leer nos ayuda a expandir nuestro mundo, a aprender y a divertirnos. Pero es un poco difícil empezar y encontrar los libros adecuados. Por eso propongo algunos que me gustaron por si a alguien les sirven.

Los grandes temas.... pues son eso, divagaciones sobre cómo entiendo esos grandes temas que tanto importan.

Televisión y ocio en general... lo que divierte a los NTs no suele divertirnos a nosotros y a veces los padres bienintencionados pueden meter la pata y a veces ni nosotros sabemos qué cosas nos pueden hacer bien hasta que la probamos. Compartiendo aquí lo que nos gusta podemos crecer todos juntos.

Teorías... a veces es difícil entender algún tema complicado así que me invento teorías que nos ayuden a entenderlos.

Bitácora personal, entrada 3

Hoy hubo un asesinato en el colegio.
Todavía estoy temblando por dentro y me duele el pecho. Mamá me había dicho que estamos en una dictadura militar y que por eso tenemos que tener mucho cuidado. Hay gente que desaparece y gente que pone bombas en los parques infantiles para volar a los niños en pedazos. Yo soy siempre muy cuidadosa y de todas formas nunca ando sola por la calle. Pensaba que en colegio estábamos a salvo, hasta hoy.
Fue en el recreo, iba a mi rincón entre las palmeras cuando vi a unos niños mayores en el prado. No me gustó. ¿Qué hacían ahí?  No era su sitio.
Reían y se empujaban unos a otros, yo me mantuve aparte, para que no me vieran. Entonces ocurrió, uno de ellos lo encontró, lo zarandeó y todos rieron. Sólo vi un patada brutal que lo hizo volar por los aires y se me cortó la respiración. Ellos reían y se daban palmaditas y celebraban y eran felices...
Corrí para ver si estaba bien. Los niños lo buscaban también para hacerle más daño, supuse. Así que me acerqué y lo miré disimulando. Por suerte los niños se alejaban en su búsqueda. No sabía como iba a protegerlo si lo encontraban. Ellos eran varios y más grandes. Pero ya daba igual, agonizaba. Nadie podría vivir estando tan roto. Se contorsionaba entre la hierba alta. Me dolía el pecho y queria llorar y gritar y golpearlos y temblaba... Caminé apartándome para que los otros no lo vieran y corría a por mi maestra. Ella los castigaría como era debido. "La vida es sagrada", dice la Biblia y ellos habían matado y disfrutado. ¿Cómo se puede ser tan cruel? Me costó encontrar a la señorita Teresita porque no podía dejar de llorar y de temblar. Tocó el timbre y la vi. Se lo dije, les dije que esos niños lo habían golpeado brutalmente y lo habían matado. Estaba esperando que ella se pusiera furiosa y fuera inmediatamente a castigarlos.
Confiaba en ella...
El dolor en el pecho seguía y vi que trataba de tranquilizarme y de parecer seria. Pero pronto me di cuenta de que no le importaba. ¿Cómo podía no importarle? Alguien había muerto, muerto...
Volví a la fila y la mañana siguió. No lloré más. Si a mi maestra no le importaba menos iba a importarle a mis compañeros.
La vida es muy frágil, ¿seré yo la próxima?
No le dije nada a mamá. Después de la reacción de la maestra temí que mamá también se riera de mí. A la gente le gusta reírse de mí. Eso no me molesta tanto como que piensen que se puede ir por ahí asesinando a la gente y que está bien.
¿Por qué los humanos son tan crueles? ¿Por qué son tan violentos?
De ahora en adelante tendré que tener mucho más cuidado, estar alerta y aprender a pelear. Los humanos son malos y hay que protegerse de ellos. No son de fiar, sonríen y golpean. Matan y ríen.
Tengo miedo, tengo mucho miedo, ¿Qué será lo siguiente? Ya no puedo ir a mi rincón en los recreos, tengo que encontrar otro escondite. Uno mejor.
No puedo dejar de temblar y de llorar, cierro los ojos y veo a la maestra intentando aguantar la risa, al cuerpecito agonizando en la hierba. Tengo que desahogarme sola, aquí, escribiendo para poder salir después sin que se note nada. No puedo aguantar más cosas así que me quedaré callada y escondida todo lo que pueda.
Tengo tanto miedo. Rezo por el alma del muerto, para que alcance el cielo y sea feliz allí donde no haya niños malos que maten por diversión. Alguien tiene que interceder por su alma y ya lo hago yo.
Espero que vayas al Cielo pequeño y precioso caracol.